En El Salvador, el sector reformado está constituido por beneficiarios de los decretos legislativos 153. 713, 719, 207 entre otros; de los cuales hay pendientes escrituras y se continua con el apoyo. Se han beneficiado a mujeres y hombres. Existe también el programa de Campesinos sin tierra y programa de solidaridad rural, los cuales han sido beneficiarios de los proyectos de Desarrollo agropecuario y género. De todo el sector reformado con los diferentes decretos, en las regiones, existe al menos el 305 de FINATA y Ex Banco de tierras que aún no se han trabajado como tal en ninguno de los programas.
Según el Decreto Número 1, del 5 de enero de 1976, Publicado en el Diario Oficial Nº 1, Tomo 250, del 5 de enero de 1976. EL PODER EJECUTIVO DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR, en uso de sus facultades legales, DECRETA: el siguiente REGLAMENTO GENERAL DE LA LEY DE CREACION DEL INSTITUTO SALVADOREÑO DE TRANSFORMACION AGRARIA en el Reglamento General de la Ley de Creación del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria No.1 Capítulo VI. Asociaciones Comunitarias Campesinas en el Artículo 42:
Artículo 42.-
Refiere que entre los principales compromisos de las cooperativas, asociaciones comunitarias y pueblos originarios y los campesinos con el apoyo del ISTA, están:
Aspectos que hasta el 2018, no se ha asumido de manera responsable encontrando un sector reformado y comunitario rural, incluidos los pueblos originarios en abandono en lo referido en el artículo 42, el cual requiere apoyo decidido en su transformación productiva en términos de productividad, el cual bebe permitir: formar, capacitar, transforma, comercializar y acompañar de forma asertiva los procesos productivos los cuales demanda la población objetivo del ISTA.
Esto requiere realizar nuevas gestiones encaminadas a la formación y establecimientos de unidades productivas rentables (técnica y financiera), en las áreas del sector agropecuario que cada una de las organizaciones decida y como ISTA acompañar cada uno de los procesos.
Uno de los mayores problemas que se presenta en la población, especialmente en grupos organizados vulnerables, es la falta de generación de ocupación e ingresos, inseguridad alimentaria, reflejado en los altos índices de pobreza extrema a nivel rural, lo que provoca la migración a nivel nacional y a otros continentes.
Esta situación es originada por cinco grandes causas:
La primera, es la poca disponibilidad de empleo rural para las familias, la cual está relacionado, porque los sistemas productivos de las familias son predominantemente de subsistencia, basados en el mono cultivo de granos básicos, y muy poca producción de vegetales diversos, carne, huevos, frutas y otros. Además, las condiciones de pobreza de la población, hace difícil su adquisición de otros bienes. Por contar con economías estacionarias generada por los principales cultivos, como la caña, café, y granos básicos respectivamente, que son generadores de empleo, pero en un par de meses en el transcurso del año. Lo que provoca poco acceso a ingresos
Sumado a estos factores como los fenómenos atmosféricos (sequía, exceso de lluvia, brotes de plagas y enfermedades), la calidad de los suelos es baja (erosionados), alto costo de los insumos, también inciden para que la producción de alimentos diversos sea poca y por lo tanto hay una insuficiente disponibilidad, y cuando son producidos en la zona son pocos y por temporada (no en todo el año).
La Segunda, está relacionada con la educación y patrones culturales en la población organizada que hace que la misma no tenga suficiente conciencia del problema que enfrentan; ya que por ejemplo no se utilizan completamente las tierras que tiene disponibles, hay una tendencia a comprar alimentos (que se producen en el sector rural frutas y hortalizas) y poca diversificación de la producción. Esto también se relaciona por el poco conocimiento que la población tiene sobre nuevas actividades productivas agrícolas o pecuaria…
Tercero, las instituciones que trabajan para impulsar el desarrollo del sector agropecuario, en algunas ocasiones no unen esfuerzos y recursos para abordar este problema de forma integral impulsando estrategias comunes y compartidas para trabajar con la población rural de manera objetiva.
Cuarto: A un así el problema continúa vigente, pues las decisiones que supuestamente generaría algún grado de solución, fue la condonación parcial de la deuda agraria y bancaria por parte del órgano legislativo, pero a criterio de los afectados, por el porcentaje no condonado, la banca ha condicionado que, a cambio de los refinanciamientos, se les conceda como garantía los títulos de propiedad de las escasas tierras que poseen, a lo que quedan expuestas a ser embargados.
Quinto, finalmente, El Salvador es el país con mayores problemas de deforestación del continente latinoamericano. Según estudios oficiales, 90% de la vegetación ha sido eliminada, dos terceras partes del país están fuertemente erosionadas y sometidas a una explotación agropecuaria inapropiada y apenas 2% del bosque original se encuentra intacto. Además, 90% de los ríos están contaminados por el vertido de aguas y residuos químicos y más de la mitad de la población ingiere agua sin tratamiento.
En este sentido el ISTA, conformo una Mesa Técnica donde participan representantes de cada región para diseñar estrategias coordinadas y sumar recursos técnicos y logísticos para obtener más efectividad con el objetivo de mejorar la producción agropecuaria en la población. Sin embargo, este esfuerzo de coordinación aún es incipiente por lo que es necesario fortalecerlo y dotarle de herramientas y medios para su funcionamiento eficiente.
Establecer escuelas para la formación agropecuaria con cooperativas y comunidades, para mejorar las capacidades de productividad, transformación y agregación de valor para mercados competitivos.
El propósito fundamental es la reconversión productiva a través de la modernización tecnológica, la diversificación productiva y la competitividad; proporcionar las condiciones a los agricultores para la inserción en un mercado global; El abordaje de las problemáticas, como la deuda agraria y crediticia, tenencia y uso de la tierra, gestión de proyectos sectoriales, y la modificación institucional con la finalidad de ofrecer servicios financieros y tecnológicos al sector rural.
Esta población es una de las más fundamentales en esta iniciativa, pues por años han luchado por la creación de puestos de trabajo, o empleo en el agro salvadoreño este es muy deficitario antes de la reforma, alcanzando a poco más del 37% de la PEA rural durante todo el año. Uno de los supuestos objetivos de la reforma agraria era el de intensificar la utilización de la masiva mano de obra y lograr una tasa mayor de empleo.
Pero el empleo es tan deficiente, representa el 73.5% del total. Al menos el Decreto 207 no sólo no ha resuelto el problema del desempleo en el campo, sino que ha convertido a una proporción muy elevada de la población en mínimamente empleados, lo que les obligará a completar sus ingresos en otras ocupaciones, en destinar su tiempo a otro tipo de trabajos, y con una tasa tal de empleo difícilmente podrán cubrir sus obligaciones, no ya de subsistencia, pero mucho menos financieras y de pago de las deudas.
El 34 % de salvadoreños vive en condición de pobreza, La Digestyc presentó los principales resultados de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2016 y estos indican que El Salvador sigue enfrentando una marcada condición de pobreza y desempleo, y un elevado porcentaje de la población vive en hacinamiento.
La pobreza extrema en 2015 reflejaba 10 % y en 2016 ha aumentado a 10.4 %.
El 34 % de los hogares salvadoreños se encuentra en condición de pobreza multidimensional (esto equivale a 607,138 hogares en los que residen 2, 569,774 personas), el 21.4% vive en el área urbana y el otro 56.1% en el área rural.
Los datos se desprenden la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2016, presentada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), junto con la Secretaría Técnica y de Planificación de la Presidencia, que mostraron los principales resultados de la misma.
El índice que han utilizado como nueva medición multidimensional, incluye servicios básicos, condiciones de hábitat (educación y vivienda) y seguridad alimentaria, pero no es igual al índice de desarrollo humano.
Según los resultados de la EHPM, el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) cuenta con el menor número de pobres; el 22.0% de hogares están en esta situación: el 3.3% se encuentra en pobreza extrema, y el 18.7% está en pobreza relativa.
Y aunque en 2015, la encuesta reflejó que el porcentaje de salvadoreños en pobreza fue de 34.9 %, y se podría pensar que ha disminuido, los números contrastan, ya que en 2016 la pobreza multidimensional rural ha aumentado.
En 2015 la pobreza extrema en el área rural fue de 10 %, pero en el 2016 el porcentaje incrementó a 10.4 %.
Al comparar los datos por condición territorial hay cuatro departamentos que han aumentado los niveles de pobreza, en comparación con 2015: Ahuachapán con una tasa del 54 % (en 2015 fue 52 %); Sonsonate con 43 % (41 %); Cuscatlán con 48 % (en 2015 era 44 %) y Usulután con 47 % (46 %).
Desempleo al alza.
La tasa de desempleo se ubicó en 7 %, lo que significa que no se ha superado la brecha oferta y demanda en el empleo. En términos técnicos la tasa de desempleo, que expresa la proporción de la población económica activa que el sistema económico, en un periodo determinado, no logra absorber; en el 2016 fue del 7%, lo que equivale a 204,636 personas. Este dato indica claramente que el desempleo también ha aumentado, ya que en 2015 el total de la población desempleada fue de 200,934.
La población desempleada está conformada principalmente por residentes del área urbana (64.3%), en su mayoría son hombres (68.4%), y están en los rangos de edad de 16 a 24 años (40.8%) y de 25 a 59 años (50.7%). Los dos departamentos con la tasa de desempleo más baja son La Libertad (6.4%) y San Miguel (6.4%); mientras que los dos departamentos con mayor tasa de desempleo son Usulután (9.6%), y Chalatenango (8.1%).
Por rangos de edad se tiene que el desempleo en jóvenes (16 a 24 años) es del 14.2%, en las personas de 25 a 59 años es de 5.1%, mientras que en los mayores de 59 años es de 7%. Desde una óptica territorial se observa que la tasa de desempleo se comporta de manera distinta entre los diversos departamentos.
La situación de los derechos humanos para los pueblos originarios, en una palabra: Precariedad. Dos son las razones que influyen negativamente a esta situación: